Capítulo IV: Eventos Inesperados

Fueron pasando los sexagésimos del día, el iluminador astral se ocultaba tras el horizonte, la ciudad comenzó a iluminarse lentamente al ir encendiendo los faroles, las calles fueron tomando un tono amarillento con la llegada de la noche. Las personas inundaban las calles, la mayoría queriendo llegar a casa, otras saliendo hacia las atracciones nocturnas que ofrecía la cuidad.
El complejo se encontraba sumergido en un silencio espectral, las pocas luces que se veían eran las que ingresaban por los ventanales que daban hacia la ciudad. La recepción se encontraba completamente oscura, Zoe ya se hallaba en su casa. Ciro como de costumbre se encontraba en el elevador junto a su telescopio, se podía ver como aguantaba los regaños del viejo Bittor que se encontraba acompañando a Ciro en su ascenso.
Lennox se había quedado dormido sobre su escritorio, con el libro que Ciro había encontrado entre sus manos; las luces del taller de macro ingeniería comenzaron a parpadear y una leve brisa comenzó a hacer susurrar los pasillos y conductos del lugar. Toda la ciudad se veía  a través del ventanal del taller, las luces de esta comenzaron a disminuir su brillo lentamente.
Un pequeño y fugaz temblor hizo que toda la ciudad quedara en completo silencio, a la vez que observaban las luces de los faroles parpadear a un ritmo frenético. Lennox, quien estaba intentando despertar para prestar atención al extraño fenómeno que estaba ocurriendo en su oficina y en toda la ciudad de la nada le parece escuchar un susurro fantasmal proveniente de la entrada: “La ruina y el quebranto de los vivos se acerca…” lo que hace que inmediatamente abra los ojos y se levante de la silla de su escritorio.
-¿Ciro, Zoe… están ahí?- dice confundido aún.
Rápidamente quita un viejo revolver de uno de los cajones de su escritorio y camina sigilosamente hacia la entrada. Las luces continúan parpadeando por unos suspiros más hasta apagarse completamente justo en el instante en el cual Lennox llega a la entrada del taller. La ciudad ahora se encuentra sumida en la oscuridad, repleta de personas en la calle, quienes están alarmadas por la falta de energía eléctrica. Las calles de pronto comienzan a llenarse de voces preocupadas que, conforme va pasando el tiempo van aumentando.
Lennox queda en silencio durante algunos entreactos, escuchando la brisa que corre dentro del complejo, los susurros silenciosos lo distraen por un momento, pronuncia para sí unas cuantas maldiciones antes de dirigirse corriendo hacia las escaleras.
Ciro llegó en la terraza del edificio antes de que se cortara completamente la energía eléctrica, obligándolo a seguir escuchando los regaños de Bittor, quien parecía no haberse dado cuenta de la situación de la ciudad.
Zoe había salido hasta la calle y se dirigía en forma apresurada hacia la dirección del complejo. Lennox seguía bajando apresuradamente por las escaleras en medio de la oscuridad, los susurros que ahora parecía escuchar ya no le importaban, sabía que el generador de la ciudad había fallado y se dirigía hacia allí.
Bittor ya tenía conciencia de lo que estaba sucediendo para cuando Ciro termino de ubicar su telescopio para observar las estrellas, de forma confundida le pregunta a Ciro:
-¿Qué crees que le paso a la energía eléctrica?
- Es la falta de mantenimiento del generador geotérmico- dice Ciro de forma serena
-¡¿Falta de mantenimiento del generador?!- Bittor alza la voz de forma molesta- si sabías que le falta mantenimiento ¡¿Por qué no hiciste nada?! ¡Se supone que tú y tus amigos son encargados de mantener todo ese complejo!
- Se supone que yo no sé nada de eso – Ciro responde de forma calmada- los planos del generador son material prohibido para civiles
Bittor observa de una forma sorprendida a Ciro, mientras que este se limita a observar a través de su telescopio.
- Todo es culpa del alcalde- Ciro voltea a mirar hacia Bittor- recorto los fondos de presupuesto y el mantenimiento se hace cada 7 años en vez de 5, no sé qué es lo que intenta hacer con eso.
La noche seguía transcurriendo entre la oscuridad y las luces de las estrellas, los ciudadanos se habían agolpado en frente de la casa del alcalde para exigir respuestas. Zoe ya había llegado hasta la entrada del Centro de Ingeniería Humana. Lennox se encontraba en lo más profundo del complejo, en frente de la enorme máquina que al parecer se encontraba fallando.
 Lennox rápidamente comienza a revisar cada uno de los medidores de temperatura y presión, corriendo alrededor de la máquina puede comenzar a oír nuevamente la brisa con los susurros indescifrables. Sin prestar mucha atención a lo que se escuchaba a su alrededor Lennox llega hasta la cabina de mandos, gira de forma rápida y precisa los mecanismos de seguridad que protegen la puerta, entra de forma apresurada a la cabina y comienza a abrir y cerrar las llaves de las tuberías que se encontraban ahí, a la vez que acciona palancas y gira algunas manivelas.
Lentamente la maquina comienza a resonar y temblar, haciendo un repiqueteo grave y continuado mientras las luces comienzan a encenderse levemente.
Zoe, quien hace momentos había logrado ingresar hasta la recepción, comienza a sentir la leve brisa que recorría el lugar, siente escalofríos al  escuchar los susurros inentendibles y mira hacia la dirección de las escaleras, una silueta más negra que la oscuridad misma se distingue de forma leve; Zoe queda inmóvil, petrificada por unos momentos hasta que la luz comienza a encenderse de forma tenue, el brillo comienza a crecer con el tiempo haciendo que la silueta desaparezca por completo.
Mientras tanto Ciro y Bittor se encuentran varados en la terraza del edificio, observando el cielo nocturno en silencio. Bittor dirige la vista hacia los límites de la ciudad, en el campo que rodea el grupo de montañas en donde se encuentra la ciudad puede observarse una extraña neblina, anormalmente espesa y oscura que llama la atención del viejo hombre.
- Joven  Ciro- Bittor pronuncia las palabras con la mirada aún perdida en el horizonte-¿Se ha percatado de la neblina?
- La niebla comienza a formarse en este sextenio de la noche- Ciro prosigue con su pasatiempo, observando y anotando en un cuaderno de apuntes los movimientos de las estrellas que ve.
- No es algo normal, no es nada ordinaria la neblina de esta noche, en mis años de vida no habré visto algo igual- Bittor comienza a observar como unas sombras comienzan a formarse, el hecho solo puede ser comparado con unas llamas oscuras distinguibles entre el gris frio y espectral de la niebla. Los viejos ojos de Bittor cobran vida, una expresión de asombro y temor nace su cara.
- De verdad necesita ver esto joven- Bittor enfatiza sus palabras con un tono de alarma y seriedad a la vez que va hacia donde se encuentra Ciro y toma su telescopio para apuntarlo hacia las afueras de la ciudad.
- Espera un momento Bittor, estaba enfocando la estrella Ferzay… -Ciro queda en silencio al dirigir su mirada hacia el campo. Observa el mismo panorama que Bittor, una muralla alta de neblina espesa, con sombras en su interior haciendo una especie de vaivén.
Bittor trata toscamente de apuntar el telescopio hacia el banco de neblina, Ciro lo interrumpe y acomoda el artefacto. Enfoca hacia la dirección de las sombras y se arrima para ver en el lente. La cara de Ciro se torna completamente blanca, enmudecido se aparta del telescopio y deja que Bittor observe…
-¡Por Alden, Behren y Fornoss!
Las luces de la ciudad se encienden de golpe, aumentando rápidamente su luminosidad, encandilando a todas las personas que estaban en las calles. Las sombras que estaban observando Ciro y Bittor se desvanecen con el destello de las luces, el banco de neblina ahora se encuentra completamente blanco, reflejando la luz.
Mientras tanto Zoe baja hasta el generador y encuentra a Lennox manipulando aún los mecanismos y válvulas de la cabina de mandos. A Lennox se le puede ver notablemente nervioso, sus movimientos son rápidos y bruscos.
Zoe quita del trance a Lennox:
-¿El problema ya está solucionado?
Lennox gira velozmente la cabeza y dirige la mirada hacia donde se encuentra Zoe.
- No, no está nada solucionado, el vapor quedo atrapado por quien sabe qué cosa e hizo que el eje de la turbina se dañara, acabo de desagotar el vapor y eso además de poner a trabajar la turbina de nuevo, produjo una sobreproducción de electricidad.
La máquina de repente comienza a emitir un silbido aturdidor, a la vez que la sala en donde se encuentran Lennox y Zoe se comienza a llenar de vapor. Lennox hace un gesto a Zoe para que se retire del lugar.
Pasando los entreactos se ve a Lennox salir del cuarto en donde se encontraba el generador, sus ropas están mojadas por el vapor y su rostro demuestra una expresión de fastidio. Zoe se encuentra esperando.
-Deberías volver a tu casa y descansar, ya son las 56:35, el generador va a seguir funcionando por lo menos hasta mañana- Lennox le sugiere a Zoe.
-¿Y qué hay de usted?- Zoe pregunta
- No te preocupes por mí, mañana va a ser un día muy ajetreado por el suceso reciente, voy a ir a casa a dormir un poco y prepararme mentalmente para las discusiones con el alcalde.
- ¿Esta seguro que no va a necesitar ayuda?
- No, ahora mismo la situación ya no puede empeorar, las consecuencias van a ser las mismas si vuelve a fallar el generador, o si el depósito de vapor explota. El Alcalde se las va a ver conmigo mañana… Vamos, ya no hay nada útil que podamos hacer a estas horas…
Lennox y Zoe salen caminando del complejo, las luces de la ciudad brillan normalmente mientras los dos caminan en silencio hacia el centro de la ciudad. La cantidad de gente en las calles va disminuyendo con el pasar de los entreactos.

Ciro se encuentra en su habitación, acostado en su cama sin poder dormir. Aquello que vio no dejaba de abarcar su mente haciéndole imposible dormir. Ese extraño suceso, las figuras familiares que observo y que extrañamente no lograba relacionar. Los entreactos fueron uniéndose para convertirse en sexagésimos, Ciro toma en la mano el reloj que se encontraba cerca de su cama, las manecillas indican 59:37, el sonido del mecanismo se puede escuchar cada vez más lento, hasta que se detiene…
Mesart 14:00
El iluminador astral se asoma por el horizonte de un campo que rodea un grupo aislado de montañas. La ciudad que se encuentra en los espesos bosques de las montañas se mantiene silenciosa. La colectividad humana aún se encuentra en su estado de reposo, exceptuando por algunos individuos aislados.
En una de las colosales edificaciones de las más altas de la ciudad, se encuentra un individuo que interrumpió su rutina diaria,  un hombre que pareciera ser joven si no fuera por las numerosas canas que tiene. Se encuentra revisando unos papeles que se encuentran esparcidos encima de una mesa. El hombre viste un traje elegante y en una sus manos sostiene una taza de té.
El tiempo va transcurriendo, las demás personas comienzan a despertar. El hombre anteriormente mencionado reúne una serie de papeles para luego introducirlos en su bolso a la vez que se dispone a abandonar su recinto.
La ciudad comienza a llenarse de voces, las personas en las calles van aumentando con el pasar del tiempo. El incidente de la noche es mencionado en cada una de las conversaciones que tienen lugar en la mañana. Cada uno de los habitantes de la Ciudad de Desvandert se dirige hacia su puesto habitual de trabajo. No sería un día diferente de los demás de no ser porque en el centro de la ciudad, específicamente el Edificio de la alcaldía, los empleados y el Alcalde mismo se encuentran alterados.
El Alcalde, un hombre viejo de aspecto singular, se encuentra en un salón de reuniones sentado frente a una mesa redonda, revisando y ordenando un grupo de papeles. Mientras en las demás habitaciones se pueden ver a los empleados corriendo entre oficinas.
Los relojes de la ciudad marcan las 18:00 cuando en frente del edificio de la Alcaldía, se puede observar a un carro tirado por caballos acercarse por la avenida principal de la ciudad. Tanto el carro como los caballos daban una impresión de elegancia y clase. El carro se detiene en frente de las puertas de la alcaldía. El chofer desciende y procede a abrir la puerta.
Un hombre alto y de traje elegante emerge lentamente. Lleva un bastón que en su empuñadura tiene un complejo reloj. El poco color rojizo de su cabello se ve opacado por las canas, su mirada muestra un leve descontento.
Rápidamente un hombre de la Alcaldía se acerca a él:
- Señor Edricsen Ainsworth, bienvenido, el Alcalde lo espera en la sala de juntas…
-¿Ya se presentaron los otros Señores de la Ciudad?- interrumpe.
- No, usted es el primero
- Si no le molesta, prefiero esperar a los demás – Mira el reloj de su bastón de reojo ­– Al parecer la puntualidad está decayendo en esta época
Luego de que el señor Ainsworth estuviera un momento observando el tiempo pasar, se puede escuchar a lo lejos un chillido que va aumentando de intensidad. Un vehículo  totalmente negro se acerca rápidamente a la alcaldía. Debajo de él se pueden ver chispas azules saltando, su aspecto es muy diferente al de los vehículos comunes. Ainsworth voltea levemente hacia la dirección del sonido para luego hacer una expresión de fastidio.
El vehículo se acerca aún más a la alcaldía para luego frenar de manera brusca para quedar a centímetros  del carro de caballos. De Su interior desciende un hombre alto y fornido, vestido completamente de negro con una especie de uniforme de taller, en uno de los hombros sobresalen las iniciales ZZ estilizadas con una forma de rayos. El hombre tiene el pelo negro y una cicatriz cubre la piel del lado derecho de su cuerpo, el ojo derecho se encuentra totalmente blanco.
Su presencia parece intimidar al hombre de la alcaldía mientras que el señor Ainsworth ni siquiera se inmuta al verlo. El hombre comienza a acercarse lentamente hacia la entrada de la alcaldía, cuando Edricsen habla:
-¿Qué clase de vestimenta es esa Zigor?- Ainsworth pronuncia las palabras con cierto tono de superioridad- Se supone que eres uno de los Señores de la Ciudad.
- No sabía que era una reunión para tomar el té – Zigor responde con su voz grave- Mis disculpas a su delicadeza Ainsworth-dice a la vez que hace una reverencia
- Al parecer tampoco estás usando el reloj que te regale hace varios años- Edricsen responde- ¿O acaso crees que la puntualidad está demás?
- Mis disculpas, pero como ya pudiste ver tuve un percance en mi trabajo- Zigor sonríe levemente- mi brazo derecho y una parte de mi cara se quemo junto con tu reloj cuando estaba revisando un generador eléctrico de alta intensidad.
-¿Eso fue hoy?
-No, pero nunca me volviste a regalar un reloj- Zigor suelta una carcajada y corre a saludar a Edricsen. Luego de un momento hombre de la alcaldía interrumpe:
- Disculpe… Señor Zigor Zatterstorm, el alcalde se encuentra esperando…
- Si el Señor elegancia todavía no se digna a entrar, tampoco yo- Zigor responde en un tono serio. El encargado de la alcaldía solo hace un gesto de afirmación.
Van pasando algunos entreactos, Edricsen y Zatterstorm se encuentran hablando, la entrada de la Alcaldía se encuentra ya despejada de los vehículos. Cuando se puede escuchar un silbato de vapor y se comienzan a sentir vibraciones en el piso. Un vehiculo gigante va acercándose a la alcaldía, es tan grande que ocupa los 3 carriles del margen derecho de la avenida central de la ciudad. Una estela de vapor causada por una chimenea hace que varios ciudadanos salgan a mirar la causa.
Zigor y Edricsen se quedan mirando al vehículo que se acerca con una velocidad considerable. Se detiene en frente de la alcaldía y de una de las cabinas desciende un hombre de vestido de camisa y chaleco, su cabello es completamente blanco pero no tiene apariencia de ser un hombre viejo. Observa el reloj que se encuentra en su muñeca izuierda para luego hacer un gesto de asombro. El vehículo comienza a echar chorros de vapor en la sección de de las ruedas para luego hacer sonar una vez más el estruendoso silbato y comenzar a avanzar lentamente.
El hombre que había descendido empieza a acomodarse la camisa y a abotonar su chaleco, camina hacia la entrada de la alcaldía hasta llegar donde se encuentran las 3 personas.
Edricsen es el primero en saludar:
- Buenas Tardes Señor Xylander- dice en tono sarcástico.
- ¿Por qué tanto amor Ainsworth?- Xylander sonríe-¿es porque hace tiempo que no nos vemos?... Señor Zigor su presencia  resulta tan electrificante como siempre.
- ¿Ya no se te ocurre otra manera de llamar la atención en las calles Xylander?- Zigor responde con una sonrisa- ¿Cómo estás Kiran? ¿Cuánto tiempo ha pasado?
- La locomotora no es mía- Kiran responde- es un encargo para la ciudad Gradertzar, la están llevando al puerto aéreo ahora. Yo solo supervisé el arranque y el montaje de las bandas de tracción metálicas para que pudiera funcionar sin ferrocarriles. La vida me trata bien por ahora…
Edricsen vuelve a observar el reloj de su bastón, Zigor se encuentra hablando con Kiran cuando ven que otro carro tirado por caballos se acerca; la apariencia del exterior del carro es más lujosa que el de Edricsen Ainsworth. Se detiene en la entrada de la alcaldía, las puertas del carro se abren solas y de su interior baja un anciano de barba y cabello blanco, usa anteojos y tiene en su mano un bastón de plata grabado. Lleva puesto un traje negro elegante.
Todos se quedan en silencio mirando al hombre, este se acerca lentamente y los saluda:
- Parece que vieron un fantasma, ¿Qué les pasa? Aún falta mucho para que la muerte venga a reclamar mi vida.
Zigor es el primero en hablar:
-¿Brais?, ¿Brais Adamstoddler?, hace años que nadie te veía, todos decían que habías muerto… Al parecer eres muy testarudo como para morir- Zigor estrecha su mano con una sonrisa.
- La verdad es que tuve que encargarme de algunos trabajos en ciudades de alrededor- Brais responde-  estuve afuera durante algunos años, eso es todo.
Los entreactos van pasando, los hombres se encuentran hablando en la entrada de la alcaldía. Kiran interrumpe la conversación con una pregunta:
-¿No somos todos ya?
- No aún falta uno- Edricsen contesta- Al parecer ya hay un sucesor de Alen Tenant.
Zigor interrumpe:
-¿Cuándo falleció?
- Hace como 10 años- Brais contesta- lo recuerdo porque fue antes de mi viaje.
A lo lejos se puede observar un vehículo de vapor cercarse lentamente, es un modelo modesto pero lujoso al mismo tiempo. Se detiene en la entrada, el chofer baja de su asiento y procede a abrir la puerta del pasajero. De su interior desciende un hombre joven acompañado de una señorita. El muchacho viste un traje blanco elegante y usa lentes oscuros, su cabello es de color castaño, en una de sus manos sostiene un bastón largo. La señorita que lo acompaña tiene un vestido del mismo color, su cabello es color negro. Ambos caminan lentamente hacia la entrada de la alcaldía.
Kiran susurra en voz baja:
-¿Y éste quien se cree que es?
- Tranquilo Kiran, no te alteres por algo tan simple- Zigor le contesta.
Al llegar hasta donde estaban reunidos los cuatro, el muchacho y la señorita se detienen. La mujer susurra al oído del joven:
- Ya estamos frente a los demás señores de la ciudad…
El muchacho extiende su mano y saluda:
-Buenos días, soy Aiden Tenant, el sucesor de Alen Tenant…
-¿Eres el hijo de Alen?- Brais pregunta a la vez que estrecha la mano del joven.
- Bueno… eso es lo que me dijeron toda mi vida –el joven contesta- lo escuche de todos, incluso de él.
Edricsen saluda al muchacho y pregunta:
- Un gusto en conocer al sucesor de Alen, pero… si eres el hijo de él ¿Por qué nunca te habíamos visto?
- Esa es una pregunta razonable con una respuesta muy simple…- el muchacho queda en silencio un momento, se le puede notar nervioso. Zigor interrumpe el silencio y se presenta:
- Buenos días, yo soy Zigor Zatterstorm, el que te hablo primero es Brais Adamstoddler, el segundo es Edricsen Ainsworth, me disculpo por su falta de protocolo de mis semejantes –Zigor le hace un gesto a Kiran.
-Buenos días, Yo soy Kiran Xylander, mucho gusto.
- Si me permiten- Aiden habla- no hacía falta las disculpas, pero como dije anteriormente, la razón por la que nadie me conoce como el hijo de Alen Tenant es… como decirlo… pues como habrán notado no soy una persona normal, este… se podría resumir de la siguiente forma: soy ciego de nacimiento - Aiden se quita los lentes oscuros que llevaba, dejando ver sus ojos con sus iris completamente blanco- Mi padre siempre fue un hombre muy ocupado y no tenía tiempo para hacerse cargo de mi en sus salidas y viajes por lo que estuve la mayor parte de mi vida en casa, tampoco fui a la escuela e instituto de la ciudad por el mismo motivo…
- Tranquilo hijo- Zigor habla- No hay nada de qué preocuparse, y ¿Quién es la Señorita que te acompaña?
- Ella es Ana…
-Secretaria y asistente personal- Interrumpe la señorita y saluda a Zigor.
Edricsen saluda a la señorita para luego fijarse en el reloj de su bastón.
- Ya son las 18:33, faltan 5 entreactos para que sean los 19:00 sexagésimos, deberíamos entrar…
Todos se dirigen hacia la entrada acompañados del hombre de la alcaldía, mientras van caminando hacia la sala de juntas, Aiden es interrogado por Zigor, quien habla en un tono amigable.
- Entonces… ¿Desde cuándo te asignaron el titulo de Señor de la ciudad?
- Hace un mes, después de haber cumplido 20 años hicieron oficialmente el traspaso de titulo hacia mi persona. Hoy en la mañana me avisaron que una de mis responsabilidades como señor de la ciudad es presentarse a las reuniones de emergencia cuando la integridad de la ciudad está en juego- Aiden responde- espero no haberlos hecho esperar…
-No te preocupes muchacho - Zigor responde- las reuniones de emergencia no son nada comunes, la última vez que se hizo una fue hace 25 años, yo también era un flamante Señor de la Ciudad en ese entonces.
- ¿Fue el ataque de los piratas al puerto?
- Exacto, el alcalde había entrado en pánico y no sabía qué hacer, tuvimos que intervenir para poner orden y aplicar medidas para que no se volviera a repetir.
-¿Y qué nos toca hacer a nosotros ahora?- Aiden pregunta.
- Va a ser algo divertido, el incidente del generador es algo bastante serio, ya que no hay implicaciones externas sólo internas, nos va a tocar repartir regaños  a los responsables y tomar medidas.
-¿Y quién es el responsable?
- Te apuesto una cerveza a que es el Alcalde- Zigor sonríe.
- Mejor que sea una botella de vino- Edricsen interrumpe- ¿Llevando al más joven por el mal camino?
- Tú hiciste lo mismo cuando tenía su edad- Zigor responde.
- No te creas lo que te dice muchacho, yo le intente enseñar a ser un hombre elegante- Edricsn replica y Zigor lanza una risa que resuena por todo el interior de la alcaldía.
Todos se detienen en frente de unas puertas grandes de madera tallada. En frente se encuentra un rostro familiar, el hombre está mirando su reloj de bolsillo, alza su mirada hacia el grupo recién llegado.
-¿Qué son estos sexagésimos de llegada?...

- Pero miren que trajo el viento- Kiran habla-  Lennox Rademackers… ¿Cuánto tiempo ha pasado?

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