Ángel de la tristeza ¿Por qué me dejaste caer aquí?
Los días se tornaron oscuros, la luz es solo una reminiscencia…
junto al recuerdo recurrente de ellos ¿Por qué me los arrebataste?
La oscuridad es solo un recordatorio de mi derrota, de mi último
fracaso
¿De qué me sirve un pasado glorioso si mi futuro es
solamente lagrimas y silencio…?
Ángel de la tristeza ¿Quién te ordeno despojarme de mi vida?
Un corazón que palpita sin un propósito no es diferente de
uno muerto…
Sus recuerdos no son más que dolor y agonía en mi alma, deja
que vaya con ellos…
Ya no hay nada para mí en este mundo, nada de lo que alguna
vez conocí existe
Ángel de la tristeza ¿No vas a escuchar mis palabras?
Esta maldición es excesivamente grande para cualquier
humano, mi tiempo sobre este mundo fue borrado…
¿Por qué no me dejas escapar de este miserable destino?
¿Acaso te divierte el sufrimiento de los mortales?
Deja que vaya con ellos… soy un simple hombre atormentado
por el pasado, permíteme descansar en el sueño eterno con las generaciones caídas
Ángel de la tristeza ¿Por qué me ligaste a esta existencia?
No hay ningún sentido, ni siquiera uno divino…
Ni siquiera veo la luz… no tengo razón de ser…
Mi contrato con la tierra de los vivos finalizo con la caída
de mi mundo, ahora ni siquiera puedo elegir la muerte…
Ángel de la tristeza ¡¿Qué te impide acabar con mi miseria?!
Hoy serás testigo de mi juramento al igual que aquel quien
lo ve todo.
No dejes que otros lleguen aquí, donde el sufrimiento y la agonía
reinan y la oscuridad se extiende sin fronteras.
No permitas que otros busquen en este lugar, donde el vacío
sin fin y la tristeza engullen el alma.
Pero sobre todo, no dejes que otros lleguen aquí porque hoy
yo seré suficiente…
Le negaste el descanso a mi alma y ahora no reposaré hasta
librar mi destino de tu castigo.
La tristeza se convirtió en mi esencia… el pasado
inolvidable abre mis heridas…
El dolor es mi motor… la soledad mi compañía…
Mi existencia fue transformada en sufrimiento y agonía…
Me negaste la muerte, ahora tú correrás con esa suerte…
No me importa lo que digan, ni siquiera te podrá salvar tu jerarquía…
Ahora soy el portador de infinitos días, todos llenos de
agonía.
Alma mía transforma mi voluntad en ímpetu; mi agonía no será
más grande que mi furia alimentada por los recuerdos de un pasado arrebatado
por un juramento roto.
Mi sangre y la sangre de aquellos que se interpongan en mi
camino teñirán los vastos mundos con un color carmesí; te perseguiré hasta el
fin de los tiempos, no importa cuánto sufrimiento experimente mi cuerpo.
Solamente aguarda… porque palabras más ciertas que estas nunca fueron
pronunciadas por ningún hombre.
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